Corea del Norte

Capital: Pionyang
Idioma oficial: Coreano
Gobierno: Rep. Popular "Juche" (Unipartidista)
Líder: Kim Jong-un
Superficie: 99º (120 540 km²)
Población: 48º (24 052 2313 hab. 2011)
IDH 0,766
Moneda: Wŏn norcoreano (₩, KPW)

Corea del Norte, donde la realidad supera la ficción hollywoodense más trillada. Donde lo descabellado es ley, y la sensatez es un delito, y grave. Donde no se le permiten a los turistas largas estadías, ni que circulen por el país sin "guías". Donde hay enormes autopistas para una ciudad en la que casi no circulan autos, y donde la población llora todos los días ante la estatua del "gran líder", que lleva 20 años fallecido.

Ciudades fantasma, linchamiento público para una selección de fútbol que no colma las expectativas, hambrunas, apagones cotidianos, y un estado de alerta permanente por una guerra nuclear que el pueblo norcoreano cree que está por llegar. Parece demasiado para pertenecer a lo que el occidente llama "realidad". Pero en la "República Popular Democratica de Corea", los parámetros de la normalidad no se condicen con los nuestros. La veneración, simulada o no, por un líder que come 'Big Macs' a su antojo, cuando su pueblo carece de los derechos más básicos, es ley.

DPRK, por sus siglas en inglés, es el único país comunista en el cual el liderazgo se hereda. La dinastía Kim ha controlado el país desde Kim Il-sung , el "gran líder", quien, tras fallecer en 1994, fue sucedido por su hijo, Kim Jong-il, padre del actual mandatario.




Cuna del antiimperialismo estadounidense, en este pequeño país estalinista abundan los desfiles multitudinarios donde el líder y su pueblo admiran la tenacidad de las tropas, y su vasto arsenal misilístico, destino principal del gasto estatal.


Si bien no es noticia todos los días, la península de Corea es uno de los conflictos diplomáticos más peligrosos del mundo. La paz, o la guerra, depende de lo que suceda en la zona desmilitarizada, una frontera de facto de 4 km de grosor que divide ambos países. En ella, en la aldea de Panmunjon, se encuentra el único sitio donde representantes se ven cara a cara. Es allí, sentados en un barril de pólvora, donde Corea del Sur y Estados Unidos han denunciado reiterados atentados y violaciones al armisticio, y es donde Corea del Norte los ha negado.

La enorme brecha ideológica que divide a la península, la chance de un conflicto nuclear, y la inclaudicable determinación norcoreana de no abandonar su lucha, hacen de la península una de las mayores amenazas a la paz mundial.


A continuación, un par de documentales (BBC y CUATRO) que reflejan la situación que viven hoy los norcoreanos: